Alguien me dijo una vez que él sólo ofrecía a los demás lo mejor de sí mismo, quizá esperando que los demás le quisieran... o le mostraran sólo esa cara de ellos mismos. Y no sé por qué llevo dándole vueltas a la cabeza todo el fin de semana por este tema... qué enseñamos a los demás? nuestra mejor sonrisa, nuestro humor, pensamientos y sentimientos que creemos serán aceptados por los demás? y qué hacemos con el resto de nosotros mismos? esas partes oscuras (miedos, inseguridades, egoísmo, envidia, tristeza...) dónde quedan? las escondemos para que no las vean? para no verlas nosotros? para que no nos rechacen? o es miedo? miedo a ver lo que somos en realidad, porque esa oscuridad es parte de nosotros mismos, de los que fuimos, de lo que somos, de lo que seremos...
Nos cuesta reconocer que la oscuridad está ahí... me cuesta asumir que mi oscuridad está ahí... sé cómo se llama, con nombres y apellidos, sé cuándo actúa... pero aún no sé cómo iluminarla... la oscuridad sólo es ausencia de luz...
He conocido a gente que conoce sus zonas oscuras, sus sombras... y las mantiene recluídas, encerradas... y a la que se descuidan se escapan, y les hacen daño o hacen daño a los demás... si somos capaces de ver las sombras de los demás y les queremos como son, con su luz y su sombra, por qué nos cuesta tanto querernos por entero a nosotros mismos?...
Y todo porque una de mis caras se llama egoísmo...
La religión del ateísmo
Hace 10 años
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