Cierto como la vida misma...

30 abril 2009


y si no, el que tenga gato y no le pase esto, que diga cómo lo hace...

Para Héctor

29 abril 2009

Porque hace unos días estuvo ahí apoyando, como siempre, y me mandó esta frase, que es preciosa:

"No hace falta que te atropelle un coche para decir a alguien que quieres, que le quieres. Tampoco en todos los caso decir a alguien que le quieres quiere decir que le deseas.
Tampoco demostrar a alguien que le quieres quiere decir que quieres temita.
Hace mucha falta decir TE QUIERO y escuchar TE QUIERO
por eso te quiero decir que TE QUIERO"

Y ahora yo os la lanzo a todos. Creo que nunca diremos TE QUIERO lo suficiente.

Máscaras

28 abril 2009


A veces me resulta muy difícil quitarme la máscara. Lo que quiero decir no es que yo sea una persona falsa, o que vaya hablando mal a espaldas de la gente, o cualquiera de las otras acepciones que aparecen en nuestra cabeza cuando decimos que hay gente que lleva una máscara.


Porque a veces esa máscara es una armadura. Para protegerme. Otras veces es una máscara con una sonrisa que esconde un mar de lágrimas. Esta tarde me he dado cuenta de que llevaba varios meses con la armadura puesta, y con la máscara también. Que la armadura y la máscara daban una imagen ficticia de mí, porque lo que había debajo de la armadura y la máscara ya no se sostenían por su propio pie.


La armadura muchas veces también es un dique de contención, y cuando te la quitas parece que todo lo que estaba sujeto se desata, y arrastra todo lo que encuentra a su paso.


Al quitarme la armadura aquello que estaba escondido en el último rincón, lo que no me permití sentir en un su momento, guardado en la caja de una fortaleza inexistente, ha aparecido arrastrando todo a su paso, quitándome el aire y sumergiéndome bajo las aguas... pero el temporal todavía no ha terminado, y volverá otra vez, hasta que no deje nada a su paso.


En uno de sus libros OSHO comenta que todos tenemos nuestras máscaras, y que uno de los problemas de conexión del ser humano es que nuestras relaciones no son verdaderas, porque no interactuamos entre nosotros, sino con nuestras máscaras. Que el miedo lo impregna todo, y ante él nos ponemos una máscara, una y otra vez, siempre la misma o distinta cada vez.


Se pueden contar con los dedos de una mano ante quienes prácticamente nunca he llevado una máscara, ante quienes he demostrado toda la debilidad que tengo y siento, ante quienes me he plantado y he dicho: "así soy, estas son mis debilidades, trátalas con cariño y ayúdame a superarlas... y estas son mis fortalezas, y juntos haremos que sean las de ambos..."



Ratones de biblioteca

Yo siempre me he considerado, un poco, un ratón de biblioteca, desde que en 3º de EGB me echaron de clase por leer a escondidas (cosa que pasó con relativa frecuencia). Y una de las cosas que más echo de menos, desde que me mudé a mi casa actual, es no tener una buena biblioteca pública cerca, sobre todo cuando en Leganés vivía enfrente del centro cívico del barrio (se puede comprobar por los registros de los libros que me leí prácticamente todos los libros que había en la biblioteca infantil... lo único que se salvó fué la enciclopedia...).

Ahora lo que hago es comprar libros a destajo, y leerlos prácticamente con la misma rapidez. Me encanta ir a comprar libros, es como volver a ir a la biblioteca. Me gusta sobre todo ir a la hora que no va nadie: la hora de comer, que tienes prácticamente toda la librería para tí solo y apenas hay ruido. Y me voy paseando por los pasillos, tranquilamente, desde la sección de novela actual (léase best-seller) hasta las guías de viajes y los libros de idiomas... ojeando, leyendo, seleccionando... tranquilamente puedo estar más tiempo paseándome buscando un libro que buscando ropa en cualquier tienda... me encanta echar las horas allí.

Pues ya me ha pasado dos veces, las dos últimas veces que fuí acompañada a comprar libros: no he llegado aún al segundo pasillo ojeando, y van y me sueltan: "oye, ¿y si nos vamos ya?... a una terracita o donde sea a tomar algo...", y se me ponen los ojos en blanco, tomo aire y no me queda otra que soltar: "relájate, date una vuelta y disfruta"...

Evidentemente, para gustos los colores, pero creo que la próxima vez iré sola a comprar libros...

Aves de rapiña

¿Alguien me puede explicar en qué momento una persona que comienza a trabajar como consultor estratégico o de negocio (es decir, aquellos que llegan a una empresa, recopilan información de diversas fuentes, y te montan una cojo-presentación para tus jefes, contando todo lo que tú ya sabías, pero puesto "súper-bonito", y lo venden como si hubieran descubierto las Américas... y te dicen lo que tienes que hacer y lo que no, y que según ellos, si sigues sus directrices te vas a embolsar X-tropecientos millones de euros más) se convierten en aves de rapiña, a la caza de cualquier proyecto?...

¿Quién es la cabeza pensante que deja en manos de inexpertos en la materia de que se trate el futuro de montones de puestos de trabajo, de objetivos personales y profesionales, y que sigue adelante en su perrería a pesar de demostrarse el absoluto fracaso de esa consultoría?

¿En qué momento de sus carreras los consultores perdieron su dignidad profesional?

Estoy cansada de ver a ingenieros agrónomos, de montes y ahora gente que viene de la construcción meter el hocico en todos lados, con un "proyecto - biblia" en la mano, donde aparece toda la "verdad" del negocio, y que en ciertos estamentos se crea esa "biblia" a pies juntillas.

Esto tiene toda la pinta de ser una generalización bestial, y lo reconozco, pero llevo más de ocho años trabajando en una empresa donde cae una consultora por año, y salvo honrosas excepciones, todo lo que ha pasado por aquí ha sido un absoluto fracaso, un gasto innecesario que además no ha hecho más que enrarecer el ambiente de trabajo. Y no pasa nada, señores...

David contra Goliat

26 abril 2009


Acabo de tener un sueño francamente extraño, pero dentro de su rareza, lo más importante del sueño es que aparecía una mujer que estaba chiflada, y tenía dos animales, uno de ellos una gata, y a ambos los maltrataba.
Al final del sueño la gata se rebela contra su dueña, quiere ser libre y dejar de ser maltratada (a todo esto, la gata hablaba)... así que la pequeña gata negra comienza a bufar a su dueña, a arañarla, a intentar morderla, se le eriza el lomo y mientras la dueña intenta matarla con sus propias manos. De repente la dueña se transforma en un león gigantesco, pero eso no amilana a la gata, que sigue bufando, arañando y mordiendo como loca. Finalmente el león retrocede y la deja escapar. La gata por fín es libre. Y un par de voces en off en mi cabeza comentan:
-"lo ha conseguido, ya es libre, ha luchado, se ha rebelado y es libre".
-"sí, y ella sólo ha sido la primera de muchos más que lucharán por conseguirlo".

La verdad que lo más impactante del sueño ha sido la última frase... la Tierra y la vida se rebelarán contra nosotros, porque somos el impedimento para que la vida siga su curso.
Y además, si no nos rebelamos y luchamos por lo que consideramos justo, jamás seremos libres.

Hilos

15 abril 2009

A veces me da por pensar cosas tan raras como que las cosas que nos unen a unas personas con otras son como hilos de seda. Frágiles, pero increíblemente hermosos. Que lo que nos une es algo tan sutil y delicado que deberíamos tratarlo con sumo cuidado. El problema es que el ser humano, como suele ser habitual, es totalmente incosciente de la belleza que le rodea.

02 abril 2009


Cierro los ojos y me dejo llevar
por esta noria,
la rueda de la vida
arriba y abajo,
aire y agua,
tierra y fuego,
siempre girando...

Me dejo llevar y siento
que puedo tocar
las estrellas con los dedos,
el cielo nace de mis manos,
espíritu que sólo es
polvo de estrellas...
y sigo girando...

Tierra que me atrapa,
raíces que se hunden en la tierra
huesos que serán polvo,
fuego que será cenizas,
agua que arrasa con todo...
y sigo girando...
danzando en espiral...