No te quiero por lo que eres,
sino por lo que soy cuando estoy contigo:
una fuente infinita de potencialidad.
Te quiero por ayudarme a abrir los ojos
para encontrar la salida del laberinto.
Es tu decisión acompañarme en el camino,
el Universo me está esperando.
La religión del ateísmo
Hace 10 años
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