Soy dos mujeres: una desea teenr toda la alegría, la pasión, las aventuras que la vida me pueda dar. La otra quiere ser esclava de la rutina, de la vida familiar, de las cosas que pueden ser planeadas y cumplidas. Soy el ama de casa y la prostituta, ambas viviendo en el mismo cuerpo, y una luchando contra la otra.
El encuentro de una mujer consigo misma es un juego con riesgos serios. Una danza divina. Cuando nos encontramos somos dos energías divinas, dos universos que chocan. Si el encuentro no tiene la reverencia necesaria, un universo destruye al otro.
"Once Minutos"
La religión del ateísmo
Hace 10 años
2 Comentarios:
Pues en esa lucha... que gane la mejor.
27 de mayo de 2009, 9:12Sois complicaitas las chicas, eh? Con lo simples que somos los tíos...
En principio... no debería ganar ninguna, debería ser una pacífica convivencia, el reconocimiento de cada una sobre sí misma y el reconocimiento de la otra.
27 de mayo de 2009, 10:32La verdad es que es un estracto de un libro que me estoy leyendo, "Once Minutos", y tiene perlas como ésta.
Y yo sí, soy muy complicada jejeje
Un besote
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