Dicen que para gustos los colores. Y es cierto que cada uno, en su web personal, en su blog, o lo que sea, puede dar rienda suelta a sus gustos y a su imaginación... pero cada vez que por casualidad o buscando información, llego a un sitio de esos inundado de hadas que sueltan confeti, lucecitas de colores, se cambia el puntero del ratón y se convierte en una estrellita... y cosas similares... de verdad, me dan ganas de salir corriendo.
La religión del ateísmo
Hace 10 años