Había levantado el muro grano a grano,
piedra a piedra,
poco a poco,
un intento loco por defenderme de las olas...
pero el mar es fiero,
no tiene piedad...
arrasa con todo y te deja desnudo ante la tormenta...
el viento grita en tus oídos "supéralo con tus propios medios!"
"puedes hacerlo!"...
y ese mismo viento es el que te arranca las lágrimas de los ojos...
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