Confianza

17 agosto 2010

Quizá yo no sea la persona más indicada para publicar esto... no cuando yo misma no he sabido dar valor a la confianza en mí depositada. Y no es que me haya pasado una vez, me ha pasado varias, en distintas circunstancias, provocando en todos los casos heridas que quizá nunca se borren. A mí también me ha pasado, pero creo que no hay culpables, todos somos inocentes, pero hay que ser responsables y asumir las consecuencias de nuestros actos.  Y aunque algunas veces no seamos conscientes de por qué hacemos las cosas, y otras sí, me gustaría seguir confiando en que todo ocurre por una razón.

Es un texto del libro Inteligencia del Alma, de Jose María Doria.

CONFIANZA

El momento más oscuro de la noche de la vida, ocurre un instante antes del amanecer.

Vicente Ferrer



¿Qué sucede cuándo sentimos que "tocamos fondo"?, ¿acaso cuando más oscura es la noche, es justamente cuando la vida da paso al alba? Si observamos las leyes de la naturaleza, veremos que el crudo invierno da paso al sol de la primavera y que en lo más profundo del fruto caído, se halla la semilla dispuesta. Ciclos ascendentes que llegan a su cenit y comienzan a descender hasta "tocar fondo" y volver a emerger a un nuevo episodio de existencia. Un principio que, como Ley del Ritmo, señala el permanente cambio y transformación de todas las cosas.

Cuando uno experimenta en el mismo día una pizca de frustración y otra de esperanza, un punto de crispación y otro de sosiego o bien pinceladas de incertidumbre y más tarde de confianza, se puede preguntar, ¿existe algún estado mental que realmente permanezca? La respuesta es obviamente No. La realidad se construye con un material tan fugaz como lo puedan ser los pensamientos. Y, ¿somos capaces de mantener algún pensamiento durante unos minutos? La respuesta es evidente al observar que la corriente de las ideas es tan chispeante como efímera.

Lo mismo sucede con las sensaciones y las emociones. ¿Podemos alargar el placer que sentimos al comer un alimento exquisito cuando éste ha sido ya masticado? ¿Podemos alargar la emoción de satisfacción por un trabajo bien hecho? o ¿la exaltación del abrazo a un ser querido? La respuesta sigue siendo No. Lo único que tenemos es el presente, y lo único que permanece ante esta ilusionada noria que toca fondo y se eleva, es la observación y la consciencia de tan rotunda impermanencia. Algo que corre a cargo del Testigo inmutable. El Yo Real e imperturbable que ni se mueve, ni se altera.

Si uno mantiene su atención a los cambios y ondulaciones que su mente experimenta, sucede que tal observación sostenida nos despierta y libera. En el fondo de nosotros mismos, sabemos muy bien que la vida tiene sentido tanto en la incertidumbre, como en la certeza. En el Universo infinito todo es movimiento. Átomos, moléculas, células, órganos, planetas y estrellas se mueven, orbitan y cambian. De la misma forma, pensamientos, emociones y sensaciones también fluyen en suaves ondas que vienen y van a lo largo de ciclos que se alternan.

Cuando uno sufre, conviene que observe su dolor y también, cómo tras él, brota la esperanza. No hace falta que dediquemos gran esfuerzo para superarlo, ni que hagamos grandes ingenierías en la mente confusa por la tormenta. Simplemente, cuando llegue la noche oscura del alma, fluyamos hacia adelante y dejemos que lo próximo llegue y que, de todo ello, uno suavemente aprenda. Todo son vivencias que acontecen en la gran espiral de la experiencia. Confiemos en el cambio. En realidad, somos mucho más que los juegos ondulantes de la mente alterna. No somos víctimas, ni verdugos. El dolor es transitorio y forma parte del diseño, como lo puedan ser el placer y la satisfacción plena.

Tengamos confianza en el Ritmo del Universo. Todo sucede por algo, y a veces, es duro nacer a una nueva etapa, pero uno bien sabe que detrás de lo que sucede hay crecimiento y enseñanza. Cuanto más difícil es el momento, más cerca está el cambio abrupto por el que nacemos a otra esfera. Si ahora hay nubes de dolor y confusión en su vida, acepte, observe, mantenga la atención... usted bien sabe que esto también pasa.


Texto perteneciente al libro del autor: "Inteligencia del alma"

Jose Maria Doria jmdoria@escuelatranspersonal.com

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

Quizá tampoco sea yo la persona más indicada para comentar esto, pero no comparto lo efímero de las emociones. Un abrazo puede seguir sintiéndose aunque su fecha de origen haya sido tiempo atrás, y si ahora mismo me pongo a pensar en macarrones con tomate, mmmm, lo mismo. Imagino que todo dependerá de lo ideal o escéptico que esté el cristal por el que se mira.

Dicho esto, ¿confianza?, pues tampoco creo que lo malo de la confianza sea no haber sabido darle su justo valor, el que confía en alguien, confía, y el resultado no debería afectar a las conclusiones sino los sumandos y las variables que tal vez aparecieron sin que nadie las invitara.

Ya ves, iba a decir hoy me he levantado, pero es el contrario, así que diré que hoy me voy a acostar en modo contrapuesto al estilo de un garbanzo gruñón.

Pasa un buen día.

20 de agosto de 2010, 8:20
Cristina dijo...

Kelevra (y no sé por qué, cada vez que leo Kelevra lo que me aparece por la mente es Cadabra... aunque nos falta el "Abra"), en lo de las emociones no estoy de acuerdo contigo: sí son efímeras. Aunque los recuerdos sigan ahí para siempre... y es que creo que con el tiempo se atenúan, al menos a mí me ha pasado. Cosas que creías que jamás olvidarías, ligadas a sentimientos y sensaciones muy intensos, se diluyen. El recuerdo sigue ahí, pero a veces pierde su fuerza. Como te digo, en mi caso.

En cuanto a lo de la confianza, a veces abusamos de ella... o simplemente no nos damos cuenta de hasta que punto los demás confían en nosotros. Y qué pasa cuándo se traiciona esa confianza? yo creo que sí que afecta a las conclusiones, salvo que los sumandos se den cuenta y sean capaces de arreglar el resultado a tiempo.

Y no he pillado lo del "modo contrapuesto a lo del garbanzo gruñón", aunque espero que signifique que te has acostado de buen humor.

Besos

22 de agosto de 2010, 21:34