No es verdad que el hielo anestesie. Abrasa. ¿A quién intenté engañar? El hielo se resquebraja bajo mis pies helados, mientras me va abrasando por dentro. No quería sentir.
No puedo.
En el silencio sólo se oye el mortal crujir del hielo.
La religión del ateísmo
Hace 9 años
1 Comentarios:
Ponte los patines y patina, Cristina, haz mil piruetas sobre el hielo resbaladizo. Saca tus alas y vuela ¡Vuela!
9 de noviembre de 2009, 10:09Nuestra mente siempre guarda unas alas de emergencia que podemos sacar, aunque a veces cueste mucho y estén arrugadas, apolilladas y polvorientas.
Un abrazo.
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