Pequeños pasitos

19 agosto 2009

Personalmente creo que una de las mejores formas de mejorar, o al menos, la que ha mí me ha funcionado, es mirarse constantemente el ombligo... pero no porque el mundo gire alrededor nuestro, sino porque uno mismo es responsable de su mundo.

Lo he pensado esta mañana en la ducha (es que a mí la ducha me cunde mogollón): desde febrero no he tomado ni un tranquilizante ni un ansiolítico. Desde el día 3 de junio (¡sorpresa!) ya no tomo ni valeriana ni tila (que caían dobles) para dormir... no he vuelto a tener ni un solo ataque de ansiedad.

Puede parecer una chorrada, pero para mí, haber superado esto, despues de sufrir SAG durante casi 7 años, es como pasar volando de un lado a otro del abismo.

Si alguien que lea este blog le pasa lo que me pasó a mí, le animo a que no se rinda, que siempre se tienen fuerzas para seguir luchando, que todo se supera... que sólo hay que dar pasos pequeños y tener confianza.

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