Una perla...

29 julio 2010

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple, no hay otra norma:
nada se pierde, todo se transforma.

-Jorge Drexler-

6 Comentarios:

Anónimo dijo...

Me opongo a la perla. Si solo diéramos a razón de recibir, todos esperaríamos a recibir y en consecuencia nadie daría...(ERROR: Inconsistencia cíclica de Windows). La norma debería ser dar sin esperar a recibir antes ni después, sin contratos ni letra pequeña, porque si hay condiciones entonces mejor ni dar ni recibir. Por cierto, siempre hay otra forma de hacer las cosas, casi nunca existe solo un camino.

30 de julio de 2010, 13:09
Cristina dijo...

Estimado anónim@:
yo quería ir más allá del simple dar y recibir: por dar y recibir me refiero a la total actitud de uno ante la vida. Y como dice la sabiduría popular: quien siembra vientos recoge tempestades. Quien siembra buenas acciones, es posible que sea eso lo que recoja.

30 de julio de 2010, 13:32
Anónimo dijo...

También dice la sabiduría popular y todo aquel que tengan 2 dedos de frente que esta vida es de todo menos justa. No creo que las semillas enterradas indiquen nada sobre la flor a nacer, y lo que para uno puede ser maíz, para otros ojos pueden ser simples cardos.

Quien siembra buenas acciones al menos vivirá a gusto consigo mismo... el resultado siempre es una incógnita.

30 de julio de 2010, 14:32
Cristina dijo...

Personalmente no creo que la vida sea injusta, más bien creo que nuestro concepto de justicia es estrecho, y se acopla a nuestra estrechez de miras.
Toda acción tiene su consecuencia, y no me gusta culpar a la vida, la cada uno es responsable de sus actos (aunque en primer término sea incapaz de prever las consecuencias).
Aún así, estoy de acuerdo contigo en que quien siembra buenas acciones estará a gusto consigo mismo... y que el resultado siempre es una incógnita.
En fin, te diría que mi chirría hablar con alguien anónimo, pero casi que pondría una mano en el fuego y no me quemaría si dijera que eres quien creo que eres (vaya trabalenguas me ha salido).

30 de julio de 2010, 16:47
Anónimo dijo...

Imagino que tanto la justicia en la vida como en los juzgados dependerá siempre del sillón en que te sientes y del color del cristal de las gafas con las que mires. Tal vez sea estrecho pensar que aquel que siembra vientos debería recoger tempestades, y que el que hace lo propio con buenas acciones recogerá días de sol... puede ser, pero si es así me encantaría saber cómo lo ven los anchos porque igual es el momento de estirar las dimensiones.

¿Por qué te chirría hablar con alguien anónimo?. Tal vez sepas quien soy o tal vez estés equivocada, no me gusta apostar, pero no pongas la mano en el fuego porque amarillo, azul o naranja, siempre quema.

30 de julio de 2010, 17:37
Cristina dijo...

No estoy muy segura, pero creo que los anchos siempre ven la vida, el mundo, el destino y los vientos soplando a su favor...

En cuanto a por qué me chirría, es porque una imagen, una cara, un nombre e incluso un nick siempre dicen algo de la persona que representan... y el anonimato no me dice nada.

31 de julio de 2010, 18:42