Su piel azul, perlada de agua y sal refulgía ante el fuego, nos habíamos dado un baño en las heladas aguas del Índico, dejando que el océano comenzara la limpieza.
De pie, una frente a la otra... en medio el fuego, y sobre nuestras cabezas el cielo tachonado de estrellas como testigo. Es inevitable sentirse inmensamente pequeña... ella es Tierra, Aire, Agua y Fuego, el Todo. Se oye el rugir de las olas, ir y venir, y sabes que es su sangre,...